Foto por Gringoloque bajo licencia Creative Commons.
Hay ciertas cosas que sólo le pueden pasar a un guatemalteco. En Guatemala, los chapines podemos ser cuaquier cosa, pero la faceta de humoristas es difícil que alguien nos la quite.
Anécdotas, historias, chistes, cuentos; nos ha pasado de todo en la vida y a veces esas metidas de pata nos han provocado lágrimas, pero de risa.
UNA ANÉCDOTA
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Recuerdo a un amigo al que una vez detuvieron en un retén por ir con un par de tragos encima y le pidieron que soplara el alcoholímetro… cuando sopló, resultó que el aparatito indicaba que tenía dos veces la cantidad de alcohol permitida en la sangre. Entonces, como si estuviera echando gasolina, le dice al agente de la policía: “¡No hombre jefe, si la bomba no estaba en cero!”.
¿Y vos?, ¡Contános tu anécdota pues!
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