En alguna oportunidad oí a un amigo decir que Costa Rica era el país de los ticos, nicaragua el de los nicas, Honduras de los catrachos, El Salvador de los guanacos y Guatemala el de los cerotes.
Algunos se preguntarán porque he decidido referirme al país de la eterna primavera como el país de los cerotes. Se desprende del curioso hecho que gran parte de los guatemaltecos se refiere a sus amigos y en algunas ocasiones a sus enemigos, utilizando el término cerote. “¿Qué tal cerote?, ¿Cómo estás cerote? Seguramente les suena conocido y más de alguno tendrá un conocido que lo utiliza, si es que no lo usan ustedes mismos ¿Lo han notado? Nuestros oídos se han acostumbrado y nos parece de lo mas normal, pero a alguien que no está acostumbrado le parecería muy raro que una persona se refiera a sus amigos empleando un término con un significado tan desagradable. Si alguien consulta el significado de dicho término en el diccionario encontrará la siguiente definición:
Cerote:
3. m. coloq. C. Rica, El Salv., Guat. y Nic. Excremento sólido.
¿Que pensarían ustedes de una población que se refiere a los demás utilizando un término tan peyorativo? Es absurdo. Un extranjero que analizara lo encontraría muy particular, de la misma forma que nosotros a una población en la que se refirieran al otro como orina de gato.
Resulta curioso además que este término se use comúnmente sin que alguien se de por ofendido. Puesto que se usa tanto para el amigo como para el enemigo, variando únicamente el tono de su pronunciación. Se dice que los términos únicamente se consideran ofensivos cuando una persona no se relaciona a ellos. Es decir, si yo le digo a alguien gallina, únicamente se ofenderá si no se considera gallina. Al igual que si llamo a alguien perro, sólo se ofenderá si no se considera perro, algunos por ejemplo se sienten muy cómodos de tal término. Es por ese que resulta preocupante que alguien no se ofenda si se refieren a él como cerote, tomando en cuenta su significado.
Esto además ha abarcado otros aspectos de nuestra relación con los demás ¿Han notado como se refieren algunos a las mujeres? Realmente no las nombran completas sino solamente cierta parte de su cuerpo. En ese sentido las convierten en objetos. Incluso las canciones de reguetón, de las cuales confieso disfrutar y reconozco que constituyen un fenómeno social, las mujeres son parte importante de todas sus canciones, excepto que lo usual es que sean mencionadas por partes y es raro que de unirlas obtengamos una mujer completa.
Algunos pensarán que me estoy refugiando en semántica y que este asunto del nombrar al otro no es tan importante. Yo al contrario opino que el asunto es trascendental. Somos seres del lenguaje y vivimos en esferas nombradas, nuestra relación con el otro es precisamente a través del lenguaje. Incluso históricamente nombrar algo ha tenido significado especial, aquellos que analicen el Génesis verán que Dios para crear las cosas las nombra “y Dios dijo hágase la luz�?, en la tradición maya las cosas debían nombrarse para existir, si algo no tenía nombre, no existía. A su vez, lo primero que hizo Adán fue nombrar a todas la criaturas de la tierra. Independientemente de los que crean o no en estos temas religiosos, deberán reconocer que para la mayoría de los pueblos, este asunto del nombrar ha sido parte importante de su cultura. Nosotros hemos decidido nombrar al otro y lo hemos llamado cerote. Esto inevitablemente se ve reflejado en nuestro trato hacia el otro.
No nos signifiquemos en la metáfora que consiste en ser cerotes ni nombremos al otro como tal. En adelante los invito a referirnos al amigo como amigo y no como excremento.