Me enteró en la edición de hoy de SigloXXI que en mayo de 1997, Fermín Ramirez ultrajó y asesinó a Jasmín Franco, una niña de 12 años de edad.
El violador fue capturado y sentenciado a muerte por el sistema de justicia Guatemalteco. Pero el violador apeló su caso a la Corte Interamericana de Derechos Humanos, quienes han dictaminado que el Estado debe perdonarle la vida, reiniciar el juicio y además indemnizarlo con US$35,000.
Un lamentable golpe hacia el sistema de justicia Guatemalteco y además un gasto incorrecto de nuestros impuestos.
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