Los Mayas, en la antigüedad, asignaban a cada punto cardinal su propio color. Pirámides Mayas completas eran de gran colorido, no como las conocemos ahora, centurias y milenios después.
Los Mayas fueron capaces de desarrollar avanzadas técnicas para la elaboración de pigmentos sumamente vívidos y resistentes a las inclemencias del ambiente y el tiempo.
Réplica de la Pirámide del Gran Jaguar de Tikal, Petén.
A decir de varios arqueólogos, la anterior imagen pudo verse tal cual en Tikal hace más de mil años. Es una réplica del Templo del Gran Jaguar ubicada en el Parque de Diversiones Xetulul en el IRTRA de Retalhuleu y está inspirada en la pirámide original que se encuentra en la Plaza Mayor del Parque Nacional Tikal, en Petén.
Los vivos colores nos dan una idea totalmente distinta a lo que nuestra corta imaginación puede mostrarnos en una visita al impresionante sitio arqueológico de Tikal.
¿Pero cómo lograban los Mayas pigmentos de tan larga duración y tan vívidas tonalidades?
Los Mayas no solo acostumbraban aplicar color a las construcciones de sus ciudades. La comida y el vestuario también eran frecuentemente adornados bellamente gracias a pigmentos extraídos de conchas de mar, semillas de achiote, el insecto conocido como "cochinilla", savia de árboles, arcillas y varios minerales, incluyendo al carbón.
¿Cómo se verían las ciudades precolombinas que eran habitadas en Guatemala? La respuesta será algo que solo podremos responder con imaginación pero sin duda, se verían muy hermosas asentadas en la imponente y variada naturaleza guatemalteca.