Foto: www.deborahdavidonline.com
Livingston la vio nacer en el seno de una comunidad Garífuna y de familia humilde muy trabajadora. Desde pequeña se interesó por el mundo de la moda y el modelaje gracias a algunas revistas que llegaban a sus manos. A través de ellas, millones de sueños iniciaban el proceso de creación, no sólo de una gran imaginación, sino de una extraordinaria capacidad para transformar sus sueños en realidad.
Desde los 7 años, sus sueños de ser una modelo famosa se hacían acompañar del pan de coco que su madre elaboraba para vender. Déborah David nunca imaginaría que su esfuerzo y el de su familia le permitirían viajar a la Ciudad de Guatemala para estudiar la carrera de Ingeniería en Sistemas, lo cual acompañó con la práctica disciplinada de atletismo.
Poco a poco y sin darse cuenta, “Debby” (como la llaman sus amigos) se descubrió en una carrera acelerada hacia la consecución de sus mayores anhelos: convertirse en una famosa modelo internacional. Fue así como descubrió que, como élla misma afirma:
“Si Dios nos ha dado el don de soñar, es para llevar esos sueños a la realidad”.
Y así, Déborah despertó de un maravilloso sueño para comprobar que su vida real era aún más fascinante gracias a su arduo trabajo, trayéndole como resultado más sueños y por lo tanto, más retos.
Foto: www.deborahdavidonline.com
LOS LOGROS DE DÉBORAH DAVID
- Considerada como una de las 50 más bellas por la Revista People.
- Participación en el video “La Negra Tiene Tumbao” de Celia Cruz (y posteriores actuaciones en el Show de Cristina y los premios Grammy).
- Incursión en películas como “Before Night Fall” (con Javier Bardem y Johnny Deep)
- Miss América Guatemala.
- Corista de Thalía, Alejandro Fernández y Aleks Syntek.
- Modelaje en pasarela para Hugo Boss, Giorgio Armani, Diesel y muchos más.
- Embajadora extraordinaria de Turismo de Guatemala.
EN EXCLUSIVA PARA GUATE360.COM
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En una entrevista exclusiva para Guate360.com, Deborah David nos confesó cómo guarda innumerables recuerdos de su niñez “de pies descalzos” pero muy feliz en el Barrio El Rastro, en Izabal. Sin duda, su humilde pero feliz hogar propició que, como élla misma nos afirma: “Desde pequeña escribía canciones y ganaba premios por mis poemas en la escuela… mis padres siempre me motivaban, mi maestra Seño Lucy y maravillosa gente a mi alrededor”.
Déborah transmite su calidad humana desde el primer momento y lo reafirmó al compartir con nosotros que la discriminación racial y de clases sociales, al igual que la pobreza que se vive en Guatemala, son los problemas que más le preocupan y por los que activamente trabaja. Pero su lado humano no se limita a su alma altruista, como cualquier otra persona, extraña su hogar y siempre añora volver a Livingston, Puerto Barrios, la Antigua Guatemala y Tikal. Pero especialmente, extraña un buen plato de arroz con frijoles!
Élla es Déborah David, una Garífuna… ¡Orgullo de Guatemala para el mundo!
P.D.//Manténganse atentos, pronto les contaremos sobre la nueva aventura de Déborah David.