En 1879, el Presidente Justo Rufino Barrios, por intermedio de la Sociedad Literaria “El Porvenir”, convocó a un concurso para elegir el Himno Nacional, que debería entonarse con motivo de la promulgación de una constitución. Debido al poco tiempo que se dio para presentar los trabajos, únicamente 15 días, ninguna obra mereció ser escogida para la letra del Himno Nacional de Guatemala, siendo premiados por su valor literario los siguientes poemas: “Himno a la Patria” de Juan Fermín Aycinema; “A Guatemala”, de Miguel A. Saborio y “A la Patria”, de Miguel A. Urrutia.
En 1887, el secretario de la Jefatura Política Departamental de Guatemala, Ramón P. Molina, compuso unas estrofas (Himno Popular) dedicadas a la patria, las cuales regularmente eran declamadas en actos cívicos. Posteriormente se organizó un concurso entre músicos Guatemaltecos para componer la música que acompañaría la letra del Sr. Molina, y un jurado nombrado para el efecto otorgó el primer puesto a la música compuesta por el compositor de San Juan Comalapa, Chimaltenango, Rafael Álvarez Ovalle, cuya composición se cantó por el pueblo durante 10 años sin ser adoptada oficialmente como Himno Nacional de Guatemala.
Considerando que la letra no llenaba los requisitos indispensables para ser el Himno Nacional de Guatemala, el Presidente José María Reyna Barrios convocó a un concurso nacional para la realización de un canto patriótico oficial definitivo. El concurso abrió convocatoria el 26 de Julio de 1896, cerrándose el 15 de Octubre del mismo año. Menos de dos semanas después, el 28 de Octubre, un Jurado emitió su fallo favoreciendo a la letra amparada por el pseudónimo “anónimo”, sin ninguna identificación, no sabiéndose por lo tanto a quién entregar el galardón ofrecido pero siendo la premiada, tuvieron que darla a conocer para que se produjera la música que la acompañaría.
Rafael Álvarez Ovalle, al ver que la nueva letra elegida se acoplaba en gran medida con la música compuesta por él 10 años antes, decidió presentarla nuevamente y después de seleccionados los trabajos musicales, el 1 de Febrero de 1897 quedó reconocida oficialmente como la música del Himno Nacional de Guatemala.
El recién proclamado Himno Nacional de Guatemala fue entonado por escolares y el pueblo en general, pero el autor siguió en el anonimato. Catorce años después, el poeta cubano José Joaquín Palma admitió ser el autor de aquella letra. Por acuerdo del Presidente Manuel Estrada Cabrera, el 15 de Septiembre de 1910, se le reconoció oficialmente como autor de la letra y el 23 de Julio de 1911 intelectuales, escolares y pueblo en general, dieron al poeta un merecido homenaje.
Himno Nacional de Guatemala cantado en su versión original
Letra del Himno Nacional de Guatemala
¡Guatemala feliz…! que tus aras
no profane jamás el verdugo;
ni haya esclavos que laman el yugo
ni tiranos que escupan tu faz.
Si mañana tu suelo sagrado
lo amenaza invasión extranjera,
libre al viento tu hermosa bandera
a vencer o a morir llamará.
CORO
Libre al viento tu hermosa bandera
a vencer o a morir llamará;
que tu pueblo con ánima fiera
antes muerto que esclavo será.
De tus viejas y duras cadenas
tú forjaste con mano iracunda
el arado que el suelo fecunda
y la espada que salva el honor.
Nuestros padres lucharon un día
encendidos en patrio ardimiento
y lograron sin choque sangriento
colocarte en un trono de amor.
CORO
Y lograron sin choque sangriento
colocarte en un trono de amor,
que de patria, en enérgico acento,
dieron vida al ideal redentor.
Es tu enseña pedazo de cielo
en que prende una nube su albura,
y ¡ay de aquel que con ciega locura,
sus colores pretenda manchar!
Pues tus hijos valientes y altivos,
que veneran la paz cual presea,
nunca esquivan la ruda pelea
si defienden su tierra y su hogar.
CORO
Nunca esquivan la ruda pelea
si defienden su tierra y su hogar,
que es tan sólo el honor su alma idea
y el altar de la patria su altar.
Recostada en el ande soberbio,
de dos mares al ruido sonoro,
bajo el ala de grana y de oro
te adormeces del bello quetzal.
Ave indiana que vive en tu escudo
paladión que protege tu suelo;
¡ojalá que remonte su vuelo,
más que el cóndor y el águila real!
CORO
¡Ojalá que remonte su vuelo,
más que el cóndor y el águila real
y en sus alas levante hasta el cielo,
Guatemala, tu nombre inmortal!